Conectas tu ordenador, abres un navegador, agarras el ratón con fuerza y respiras profundamente. Ya estás dispuesta para ir de Cyber-compras.
Como estamos sufriendo las inclemencias de la cuesta de enero y la economía esta para pocas leches, ¿qué mejor que cambiar las salidas nocturnas por un conjunto picante monísimo de la muerte?
Te conectas a KnickerPicker, dispuesta a entrar en su probador virtual, cuando escuchas una voz en tu cabeza:
Si te pones el conjunto azul, fin de la historia. Despertarás en tu cama y creerás lo que quieras creerte.
Si te pones las braguitas rojas, te quedas en el País de las Maravillas y yo te enseñaré hasta dónde llega la madriguera de conejos.
Recuerda, lo único que te ofrezco es la verdad. Nada más.
Pues la verdad, es que todo esto huele a película de ciencia-ficción, ya que esta iniciativa tiene dos fallos básicos:
- Las mujeres no llegan y compran aquello que necesitan. Quieren ver TODO lo que hay, tocar TODAS las prendas, probarse TODO lo que les dejen meter en el probador, para no llevarse NADA. En el último momento cogerán lo que sea, para no irse a casa con las manos vacías.
- Si la iniciativa va destinada a los hombres, sinceramente, faltan modelos y sobra ropa.
En cualquier caso hay que reconocer que aunque la iniciativa según mi parecer no tiene mucho futuro, es original.
Vía: NPC