Aun recuerdo con pavor aquellas clases de química en el instituto, en el que la profesora nos intentaba hacer entender que las dichosas bolitas con nombres estrambóticos, se unían o se separaban para convertirse en algo con un nombre más impronunciable si cabe.
Estoy convencido, que si nos hubiesen ilustrado las clases tal y como se muestra en el vídeo, el índice de suspensos en esta asignatura hubiese descendido drásticamente.
Vía: Sir JB (con hielo)