Otro año que se nos escurre entre los dedos de las manos y como reza el dicho popular «año nuevo, vida nueva», pues he decidido que ya iba siendo hora de cambiar un poco el aspecto del blog.
Con respecto a los contenidos del mismo, me temo mucho que la tónica general será la misma, lo que animará a leerlo a algunos y decepcionará a todos aquellos que piensan que a mis años YA debería sentar la cabeza.
Mi propósito para el año que empieza es tan simple como currar lo necesario, lo que me permitirá tener tiempo para realizar cosas más interesantes, como pasarlo fenomenal con mi familia y amigos, intentar escribir artículos con más frecuencia que el año pasado (aunque tengo que decir que cada vez es más difícil encontrar algo interesante que merezca la pena postear) o sacar un poco más de tiempo para mi, que tengo muchos hobbies muy abandonados.
Por último, desearos que los Reyes Majos os dejen muchas cosas o por lo menos lo que hayáis pedido y si eres de esos optimistas que todos los años ponen en su carta algo del palo ‒un Lamborghini‒ o ‒un chalet en la Moraleja‒, recordaros que estamos en crisis y que no es suficiente con ser buenos y empezar/terminar todas las frases con un «osea».
Feliz noche de Reyes y recordad que además de la copita y los dulces navideños para los Reyes, no estaría de más algo de lechuga y agua para los camellos, que al final son los que cargan…