«Papel higiénico», «papel de váter», «papel de culo», «papel de rapelar», «papel de combate» y una larga lista de sinónimos cariñosos para este gran invento que nos hace más agradable el final de la estancia en el trono.
En la actualidad, el formato más conocido es el rollo y el material, papel, que puede ser más o menos suave (yo los he visto de papel de estraza), aunque no siempre fue así.
En la antigua Roma (donde se inició la costumbre de limpiarse tras el jubiloso acontecimiento), se usaba una esponja amarrada a un palo. Ésta se sumergía en un balde con agua salada para refrescar a los usuarios de los baños públicos (sinceramente esto da que pensar… ¡¡¡todos usando la misma esponja!!! ).
Otro formato que hizo furor durante el siglo IX fue la hoja de lechuga y el agua (por lo menos podemos decir que una lechuga da para varios usuarios sin necesidad de repetir ensalada).
Lo que si queda claro es que es un elemento que ha formado parte de nuestras familias desde tiempos inmemoriales y no tenemos ni idea de como se fabrica en la actualidad, así que me veo en la obligación de ofreceros este vídeo donde se muestra el proceso desde que se empieza a reciclar el papel, hasta que se saca en paquetes individuales.
Y si os gustan este tipo de contenido, también podéis ver ¡… Et voilà, canicas!.